No deberías estar aquí, yo no soy como aparento ser, no soy tu amigo, ni tu enemigo, soy solo la sombra del engaño, de las mentiras.
Me alimento de tus desgracias, aunque te ayude a superarlas con una bonita sonrisa, me gusta que tu vida valga poco si yo no estoy en ella, soy egoísta, increíblemente egoísta y lo siento, la sociedad me define como escoria porque deseo tu cuerpo… casi tanto como tu alma, porque sin ellos no puedo vivir ya.
El autocontrol expulsó todas las cosas buenas que abarcaba mi espíritu, puede que solo dejara un rincón sin morder, eso espero averiguarlo algún día, en cuanto a lo que queda… la madurez hizo el resto, me dejó frío, sin la calidez y la ingenuidad del niño, pero después se fue.
Si la luz te muestra como soy por fuera... tal vez la oscuridad te ayude a entenderme por dentro.
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