Tu… amigo ingrato extrañado en las noches frías, compañero del viajero en tierras lejanas; tu que habitas en las entrañas del infierno y en los corazones del cielo. Tu, capaz de derretir la roca de los muros más altos… que aderezas con delicadeza todas nuestras almas en las mil bocas de Satanás.
Solo tu podrías deshacer lo que una vez fue andado, destruir lo indestructible, olvidar lo inolvidable. Me traicionas como el más sucio de los tramposos cuando te doy la espalda… temeroso de un simple vaso lleno de agua. Si… en llamas acaba todo, en llamas y cenizas… en polvo, tal vez algo de dolor, pero aun así sigues siendo el fuego más frío que he visto en mi vida.
Solo tu podrías deshacer lo que una vez fue andado, destruir lo indestructible, olvidar lo inolvidable. Me traicionas como el más sucio de los tramposos cuando te doy la espalda… temeroso de un simple vaso lleno de agua. Si… en llamas acaba todo, en llamas y cenizas… en polvo, tal vez algo de dolor, pero aun así sigues siendo el fuego más frío que he visto en mi vida.
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