A veces
pienso que no me conoces de nada, que dejas de ser tú para poner el piloto
automático; el cual, por cierto, nunca funcionó pero sigues dándole
oportunidades.
Y lo noto,
claro que lo noto, es la forma en la que me miras, más allá de mis huesos, más
allá de mí mismo. Es la forma en la que pides algo que ya te doy y
continuamente desperdicias. Es la forma en la que planeas tus pequeñas
venganzas, sin cuidar de los detalles que tanto te gustan. Lo noto en las
palabras vacías y en nuestros labios rotos.
Y lo sé, claro
que lo sé, porque yo también lo hago, no de la misma forma pero si con la misma
idea. Y ya basta de derrumbar lo que no hay, porque así nunca lo habrá. Ya
basta de mostrarnos duros, porque no hay nadie duro aquí, esa es la verdad. La
verdad es que necesito un abrazo de vez en cuando y que maullar fuerte en mitad
de la noche es lo normal. Pensar en alguien antes de dormir para intentar
atraparlo en un buen sueño es lo normal.
Y duele,
claro que duele. Y asusta, cómo no va a doler y asustar. El dolor y el miedo es
lo que nos hace fuertes; fuertes de verdad, para seguir viviendo y apagar el
piloto automático, para ser nosotros mismos en vez de ser solo un intento de algo
que tarde o temprano fracasará.
La lluvia
es perfecta para dar un paseo, si lo que quieres es mojarte.
A falling star fell from your heart and landed in my eyes I screamed aloud, as it tore through them, and now it's left me blind
The stars, the moon, they have all been blown out You left me in the dark No dawn, no day, I'm always in this twilight In the shadow of your heart
And in the dark, I can hear your heartbeat I tried to find the sound But then it stopped, and I was in the darkness, So darkness I became
The stars, the moon, they have all been blown out You left me in the dark No dawn, no day, I'm always in this twilight In the shadow of your heart
I took the stars from our eyes, and then I made a map And knew that somehow I could find my way back Then I heard your heart beating, you were in the darkness too So I stayed in the darkness with you
The stars, the moon, they have all been blown out You left me in the dark No dawn, no day, I'm always in this twilight In the shadow of your heart
The stars, the moon, they have all been blown out You left me in the dark No dawn, no day, I'm always in this twilight In the shadow of your heart
Ya estaba
empezando a estar harto de toda aquella situación, se parecía a escuchar golpes
bajo el agua, todo era demasiado difuso. Nadie parecía decir la verdad allí
desde hacía mucho tiempo, o por lo menos nadie parecía atreverse a hacer algo,
lo que fuera. Todo el mundo estaba flotando, cada uno en su propio universo de
mierda del que poder presumir, al que poder acudir para seguir mintiendo, a los
demás, a si mismos…
Aquel tipo seguía
siendo yo, aquel tipo odiaba sus instintos, los mismos que lo habían
traicionado una vez más, estaba embotado, aturdido, desconcertado entre tantas
historias que prefería no saber. Ya no quería nada de nadie, ya no quería
seguir luchando por nada, lo único que quería era olvidar, olvidar cada
secreto, quemarlo todo en un mar de lágrimas. Aquel tipo sentía vergüenza de sí
mismo, quería seguir oculto.
“Nunca
tiendas la mano a una serpiente hambrienta” Eso me dije una vez.
La verdad, no
era una serpiente hambrienta, y no le tendí la mano, simplemente la atrapó y me
sacó de allí. Solo escuchaba su voz:
-Despierta,
hay ciegos que ven más que tu y que yo.
Pocas personas saben tocar un instrumento, pocas saben leer las notas
en un pentagrama. Que te guste la música no tiene nada que ver con eso.
Porque la música no hay que entenderla, te llega y te toca, sin que
sepas por qué. Ésa es su esencia. La esencia es aquello que nos hace
sentir...
Tras los trueno la calma
tras la pena, la alegría
todo pasa, mañana sera otro día.
Lo llevaste hasta el final
y aunque no lo has conseguido déjalo ya
ya no tiene sentido
tanta noche en blanco
tanta vida en vela
todos los intentos tirados por tierra.
Espera a que los vientos
vuelvan a hinchar la vela
deja paso al invierno
espera a que suceda
no hagas mas carnicería
y un día sera otro día...
Ilusiones destrozadas
pensamientos homicidas
y la daga burlando otra vez la herida.
Lo quisimos y pasó
yo no supe controlarme
y qué sé yo, ya es demasiado tarde.
Tanto esta en mi mano
tanto en pie de guerra
todo lo que empiezo, acaba con ella.
Espera a que los vientos
vuelvan a hinchar la vela
deja paso al invierno
espera a que suceda
no hagas mas carnicería
y un día sera otro día...
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad"
La primera dice: "La persona que llega es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
La segunda ley dice: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
La tercera dice: "En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Y la cuarta y última: "Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.
Y cuando el destino los escoge ¿Cómo pueden ocultarse de él? ¿Cuánto tiempo podrán vagar entre las sombras antes de que el destino o sus propios fallos humanos, les hagan salir a la luz, otra vez? ¿Y como sabrán lo que les aguarda cuando eso ocurra?
Las malas
lenguas lo habían visto correr enfurecido, chocando contra los árboles; lo
habían visto aullar desnudo en mitad del
bosque, extendían el rumor como un veneno en la sangre… matando cada
célula de humanidad, de optimismo, cada raíz que se adentraba en su nuevo
destino. De esa forma su pasado trataba
de hacerse un hueco entre su presente, intentaba escribir con su pluma los
versos por los que debía pisar, intentaba encerrarlo en una jaula de mentiras
bajo una llave que nunca alcanzaría.
Olvidar era todo su trabajo, pero en realidad seguía echando de menos hacerlo en alguna casa
ajena, el sabor de unos besos insípidos, la vida sin preocupaciones en el viejo
valle, echaba de menos todo aquello. Algunos nunca lo habían visto despedirse,
odiaba las despedidas, decía que así
todo parecía más intenso, como si en cada segundo viviese cien años, como si la
ocasión nunca se volviese a repetir… y así era.
Las letras
de ese nombre están grabadas a fuego en lo más profundo de su corazón, donde
las lágrimas no llegan. Pero le estaba prohibido volver a hacerlo, le estaba
prohibido volver a amar.
Su voz es más dulce que la de cualquier sirena, sus ojos son mares oscuros, siempre alejados de este mundo atroz y triste. Sus manos son frías en verano y cálidas en invierno, ella es así, una contradicción a las estaciones, una contradicción a la trivialidad. Su cuerpo es mi refugio ante los días largos, un desierto en el que desearía perderme y morir de sed para siempre, su cuerpo es mi hogar.
Alguien la trajo de otra parte, una parte que parece encontrar cuando estamos cerca, entonces sonríe, y es como una chispa que provoca un incendio.
Solemos ir a los tejados, a mirar las estrellas, a acercarnos al vetusto universo, a compartir música y caricias, a parar el tiempo. Mirarnos es un espectáculo de fuego y magia en el silencio de la noche, encerrados en un abrazo protector, que alimenta a los sueños y aleja a las pesadillas. Entonces, mientras dormimos, el Sol empieza a pisarnos los talones, a calentar nuestros cuerpos, es su forma de llamarnos y de decir que aquí ya se nos echa de menos.
Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio. No quiero gobernar o conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible: judíos y gentiles; blancos o negros. Tenemos que ayudarnos unos a otros, los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos, la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso; pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa pero nos hemos encarcelado a nosotros. El maquinismo que crea abundancia nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco... Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta, se perderá todo.
Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos une a todos nosotros. Ahora mismo mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, a millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: “No desesperéis”.
La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia, y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará, y caerán los dictadores, y el poder que le quitaron al pueblo se le reintegrará al pueblo. Y así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá.
¡Soldados! ¡No os rindáis a esos hombres, que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas; y os dicen lo que tenéis que hacer, qué pensar y qué sentir! Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como al ganado y como a carne de cañón. ¡No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres-máquinas con cerebros y corazones de máquinas! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡No sois ganado! ¡Sois hombres! ¡Lleváis el amor de la humanidad en vuestros corazones! ¡No el odio! ¡Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos!
¡Soldados! ¡No luchéis por la esclavitud sino por la libertad!
En el capítulo diecisiete de san Lucas se lee “El reino de Dios está dentro del hombre, ¡no de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres!” ¡En vosotros! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder, el poder de crear máquinas. ¡El poder de crear felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa, de convertirla en una maravillosa aventura. En nombre de la democracia, utilicemos ese poder, actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a los hombres trabajo, y de a la juventud un futuro y a la vejez seguridad.
Con la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron el poder. Pero mintieron No han cumplido sus promesas. ¡Ni nunca las cumplirán! Los dictadores son libres solo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad a lo prometido, todos a luchar para libertar al mundo, para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón, un mundo donde la ciencia, donde el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!
La inmoralidad sonríe entre mis brazos, acogida por un monstruo de su tamaño. Por ahora estoy ocupado, en hacer como que vivo a pie de rey. Me ocupan el tiempo las prostitutas, los mecanismos simples de nuestro instinto animal, el culto al sexo conmigo mismo. Los relojes de arena y cuerda me traen demasiados recuerdos. Por lo visto ahora se oyen mis desgarradores gritos por todo el mundo, conocido y por conocer, dicen que soy transparente, que me he perdido muchas cosas.
Siempre están mirando, nunca se pierden nada, por eso me gustan los espejos, me muestran tal y como soy, me definen, y algunos hasta me dan mala suerte, y no me quejo. Me precipito a la observación y a despejar las dudas sobre lo que se ve o lo que no… doy lo que recibo, y nada más. Lo cierto es que me exilié del mundo hace ya mucho tiempo dejando atrás todos sus problemas, pero algún día volveré.
Soy el súmmum de la indecencia, del menosprecio, del desarraigo a lo estético y a la perfección, la malformación de un mutante abyecto, soy yo tu juguete roto. Soy los dos extremos de la sencillez humana, el paradigma de la inestabilidad, soy el glorioso vómito vuestro de cada día, y por lo tanto exijo que se me trate de igual a igual.
Calor… tengo calor en mitad del invierno, las dunas explotan en mi mente, echo de menos los hogares lejanos, a la gente hablando de caos, de acantilados cercanos, de nieve seca…
Puedo caminar entre ellos… puedo sentir lo que ellos sienten, puedo escuchar sus plegarias, puedo intentar que todo esté en su sitio, pero puedo ahogarme en un mar de dientes afilados.
Gané el mérito de un crimen perfecto, de tener la mente clara y los sentidos despiertos. Perdí a tiempo en vez de encararme al viento, busqué caramelos en colchones olvidados y sucios. Y ahora vuelvo a estar perdido… adiós al norte, la brújula y las estrellas, adiós al musgo y los árboles, vuelvo a estar perdido… adiós a las personas.
Sigo bailando entre espejos, en lugares remotos, sin luz alguna, sin música ni papel. Inclinándome ante el público, entre escenarios de tela y seda. Pendo de un hilo envuelto en llamas, y no hay suelo en este silencio…