viernes, 10 de junio de 2011

Libertad




Te encuentro hoy después de noches enteras, amiga mía, sin guerras ni preocupaciones, fantasmas de la mente humana, te encuentro hoy con el rostro mirando al viento, y me abrazas, porque sabes que yo quiero hacerlo. Me miras sin saber qué decir, por eso lo digo yo, y tu me escuchas atónita.

¿Cómo puedes hacer de unos días un siglo? Necesito mi tiempo contigo, lo sabes, si no lo hago no soy hombre, si no te veo no queda esperanza, sin ti… mi mundo está perdido.

Pero ahora estás aquí, lo se porque te siento, y tu envuelves la vida ahora.

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