lunes, 26 de septiembre de 2011

9 días

9 días después de la publicación anterior, Sam se dio cuenta de que se ahogaba en un vaso de agua, el curso lo estresaba cada vez más, y la complejidad del asunto fue enredando cada vez más, su ya de por si, enredado cerebro.
Se frustró, y dejó por un tiempo eso de venir de vez en cuando por aquí, y además le picó una mosca, la de la enfermedad de Houstendholf (una enfermedad que él mismo se inventó para decirle al mundo una gran verdad)
Este blog ya no es para vosotros, es para mí mismo, y escribiré si me plugue y cuando me pluga.


sábado, 17 de septiembre de 2011

Tiempo muerto

La naturaleza no ha hecho mejor regalo al hombre que el de la brevedad de su vida. Los sentidos se embotan. Los miembros se vuelven torpes, la vista, el oído, los andares, incluso los dientes y los órganos de la alimentación mueren antes que nosotros; y, a pesar de todo, de ese período se dice que es parte de la vida.
Pompeya, de Robert Harris


Espero que acostumbrarme al curso no me lleve mucha vida y así poder estar pronto con vosotros, gracias por estar ahí. Creí que esto de hacer un blog sería una chorrada, pero al final me acabé enganchando...

lunes, 12 de septiembre de 2011

Hacia...




Anoche dimos bocados pequeños a muchas partes del mundo, caminamos sobre las tumbas, y entraste en casa a por las llaves, mordimos el anzuelo.
Me hablabas de cosas que no entendía, pero ya no te acuerdas, no me recuerdas y ahora exageras todo, nuestra historia, a mí mismo, ya no sabes cómo soy.
Nos cubrió el polvo tan tarde que no nos dimos cuenta de que la hora se acabaría, y de que tendríamos poco tiempo para las despedidas.
Compramos la barca que te gustaba cuando eras niña, con billetes falsos hechos de barro y sal, y esperamos a las estrellas en el lago, así nos hundimos, los peces nos mordieron los pies.
Pero ya no te recuerdo y te exagero, cómo eras, como lo hiciste, con quien te fuiste, te perdí… me perdiste.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Puzzles





Las personas son piezas en un gran puzzle, y como en todo puzzle, hay muchas:
Son las piezas más importantes las que no podremos sustituir, son padres, hermanos, amigos si la amistad es verdadera, amores platónicos ¿Por qué no? Todos forman lo más importante, los ojos de un retrato, un barco gigantesco perdido en el mar…
Después hay un gran grupo, no se diferencian mucho entre ellos, pero en conjunto forman cosas importantes, el cielo azul, la hierba, las copas de los árboles… son personas camufladas, de no demasiado valor. Algunas más brillantes que otras, dependiendo del tono, suelen creerse más relevantes de lo que en realidad son, y solo porque ocupan la mayor parte del puzzle, son la gente en general.
No nos olvidemos de las piezas especiales,  los detalles de cada puzzle, un pájaro en mitad del cielo, un rayo lejano en la tormenta… son personas fácilmente reconocibles, por su talento, por su capacidad de arreglar grandes fallos. Son las que hacen de cada cuadro un mundo totalmente distinto a otro, por desgracia estas piezas a veces se pierden, porque son muy pocas y tienden a marginarse, pero si no las encontramos… pronto nos daremos cuenta de que hay un hueco vacío que salta a la vista.

Piezas de recambio, por supuesto, siempre deben estar ahí, no encajan como deberían porque no pertenecen a ese puzzle desde el principio, pero si las cuidamos y les damos una oportunidad nos demostrarán la utilidad de lo cotidiano, de lo normal, el día a día. Es importante no confundirlas con otras, muy parecidas. Son las deformes, porque alguien se sentó encima y las dobló, o porque la lluvia cayó sobre ellas… estas piezas se encargarán de que las de su alrededor no funcionen, y pueden llegar a destruir puzzles enteros.

Las inseparables… a veces, cuando abrimos la caja, algunas piezas vienen juntas, y las separamos porque es divertido hacer el puzzle al completo, pero esas piezas vuelven a reencontrarse tarde o temprano en el lugar más insospechado. Además suelen venir acompañadas de alguna historia incoherente y absurda, señales de algo especial.

Y entre tanta pieza y tanto puzzle reina el siempre presente caos, y podemos encontrarlo, por ejemplo en algo que no debería estar ahí, son las piezas perdidas, extraviadas de otros puzzles, otros mundos. Es complicado tratar con esta clase de pieza, son un reto, aunque aparenten ser piezas como las otras encontraremos siempre en ellas algo desconcertante, extraño. Y en nuestras manos está aceptarlas tal y como son o tirarlas a la basura, porque su simple presencia en este puzzle ya está fuera de lugar.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Volcano







Don't hold yourself like that
You'll hurt your knees
I kissed your mouth, and back
And that's all I need
Don't build your world around
Volcanoes melt you down

What I am to you is not real
What I am to you, you do not need
What I am to you is not what you mean to me
You give me miles and miles of mountains
And I'll ask for the sea

Don't throw yourself like that
In front of me
I kissed your mouth, your back
Is that all you need?
Don't drag my love around
Volcanoes melt me down

What I am to you is not real
What I am to you, you do not need
What I am to you is not what you mean to me
You give me miles and miles of mountains
And I'll ask

What I give to you is just what I'm going through
This is nothing new, no, no just another phase of finding
what I really need is what makes me bleed
And like a new disease, Lord,
she's still too young to treat
Volcanoes melt you down
She's still too young
I kissed your mouth
You do not need me
No te contengas así
Lastimarás tus rodillas
Besé tu boca y tu espalda
Y es todo lo que necesito
No construyas tu mundo alrededor
de volcanes que me derritan

Lo que soy para ti no es real
Lo que soy para ti, no lo necesitas
Lo que soy para ti, no es lo que significas para mí
Me das millas y millas de montañas
Y yo te pediré el mar

No te lances así
delante de mi
Besé tu boca, y tu espalda
¿Es eso todo lo que necesitas?
No arrastres mi amor por ahí
Los volcanes me derriten

Lo que soy para ti no es real
Lo que soy para ti, no lo necesitas
Lo que soy para ti, no es lo que significas para mí
Me das millas y millas de montañas
Y yo te pediré

Lo que te doy es solo por lo que estoy pasando
Esto no es nada nuevo, no, no es más que otra forma de encontrar
lo que realmente necesito, es lo que me hace sangrar
Y es como una nueva enfermedad, Señor,
demasiado joven para tratar
Los volcanes te derriten
Ella es demasiado joven
Besé tu boca
Tu no me necesitas

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Venus




No pienso, no existo, no vivo, estoy a merced de los acontecimientos, como el trigo al viento, esperando a que algo o alguien lo recoja, lo mate y después de muerto sirva para algo más.

Las cosas que deberían ser normales no lo son para mí, padezco una enfermedad difícil de ver, y más aún de demostrar, estoy loco ¿Y quién no? Cada uno a su manera, felices en nuestros universos paralelos, a veces hartos de lo que nos rodea, envidiando otras esferas en las que no nos movemos y tal vez nos gustaría.
¿Para qué seguir? ¡Oh sí!… la felicidad, es verdad, ya no me acordaba, para eso vivimos ¿no?  Para eso matamos, para ser libres, para ser… felices de algún modo.

Somos patéticos monos, sin pelo y con menos piojos, la historia no nos ha cambiado, sigue ganando el que tiene la cabeza más hueca, el que tiene el hueso más grande y la cueva más amplia.
-Sois humanos, tenéis lo que os merecéis- Me dijo.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Enlaces





Para que luego duden de la existencia del destino:

En ese sitio flotaban miles de ideas, millones, billones, infinitas… en el aire, demasiado rápidas para atraparlas todas, yo cogí una, alargué mi brazo y la alcancé con la punta de los dedos.
No era una idea, era una persona, real, de carne y hueso, solo le faltaba una cosa, no tenía cara. Esa persona carecía de rostro humano, o a lo mejor si que lo tenía, en cualquiera de los casos ignoraba cómo era.
La persona siempre hablaba de cosas que yo no sabía, empecé a investigar, quería saber más cosas, cómo sabía todo aquello, ¿Era viejo, vieja? No lo sé, aún no lo sé. Siempre estaba ahí, hablando, al parecer con nadie, con el mundo tal vez, y dejé de escuchar, durante un tiempo lo dejé. Hasta que un día... podría haber sido otro, podría haber sido otra hora, podría esconderse en un parpadeo y no volverlo a ver… soltó una chispa de ingenio, una idea, una entre infinitas, la acogí, me gustó y me quedé con ella.

La idea resultó ser un nombre, el de una chica, ¿Me encontró? No lo sé, creo que sí, sabía que tenía que estar ahí ¿Quién? La idea del hombre sin rostro, la chica, cumpliría su función, una que yo desconocía. Con el tiempo ella soltó una idea, una frase, tan devastadora… como la mirada de un ángel hacia nuestro dantesco escenario.
La chica del hombre sin rostro cargó el revólver con su mejor bala, y disparó al monstruo que me arañaba la cabeza con no muy buenas intenciones:
- A lo mejor es verdad lo que me dijo un amigo y puede que esté enamorada de un recuerdo.
Y así es, yo no lo sabía… pero ahora sí, lo sé, yo también estoy enamorado de un recuerdo, de la historia… no de los protagonistas que aparecen en ella, los actores, son solo una ilusión vana.


viernes, 2 de septiembre de 2011

Bienes comunes




Estimada Cristina:
Ayer recibí una misiva de tu abogado donde me invitaba a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar el proceso de disolución de nuestro vínculo matrimonial. A continuación te remito dicha lista, para que puedas solicitar la certificación al Notario y tener listos todos los escritos antes de la comparecencia ante el tribunal.

Como verás, he dividido la lista en dos partes. Básicamente, un apartado con las cosas de nuestros cinco años de matrimonio con las que me gustaría quedarme y otra con las que te puedes quedar tú. Para cualquier duda o comentario, ya sabes que puedes llamarme al teléfono de la oficina (de ocho a cuatro) o al móvil (hasta las once) y estaré encantado de repasar la lista contigo.


Cosas a conservar:

- La carne de gallina que salpicó mis antebrazos cuando te vi por primera vez en la oficina.
- El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
- El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
- La mancha de rimel que dejaste en mi almohada la noche que por fin dormimos juntos.
- La promesa de que yo sería el único que besaría la constelación de pecas de tu pecho.
- El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote de palabra de honor.
- Las gotas de lluvia que se enredaron en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.
- Todas las horas que pasamos mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos. (También las horas que pasé simplemente soñando o pensando en ti).


Cosas que puedes conservar tú:

- Los silencios.
- Aquellos besos tibios y emponzoñados, cuyo ingrediente principal era la rutina.
- El sabor acre de los insultos y reproches.
- La sensación de angustia al estirar la mano por la noche para descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
- Las nauseas que trepaban por mi garganta cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa.
- El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.
- Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.
- Jorge y Cecilia. Los nombres que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.


Con respecto al resto de objetos que hemos adquirido y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc) solo comunicarte que puedes quedártelos todos. Al fin y al cabo solo son eso: objetos.
Por último, recordarte el n º de teléfono de mi abogado (914070485) para que tu letrado pueda contactar con él y ambos se ocupen de presentar el escrito de divorcio para ratificar nuestro convencimiento.

Afectuosamente,

Roberto. 

Susana López Rubio